La situación estratégica de Malta en el Mediterráneo la convirtió en un objetivo clave durante la Segunda Guerra Mundial. La pequeña nación insular, que era colonia británica al comienzo de la guerra, había sido utilizada como base naval por los británicos durante siglos. Sus puertos y aeródromos eran una parte esencial de la red de defensa del Imperio Británico en el Mediterráneo, y su ubicación la convertía en una base ideal para que las fuerzas británicas atacaran los barcos del Eje en la región.

En 1940, en plena guerra europea, Malta fue atacada por la aviación italiana. Las defensas aéreas de la isla eran débiles, y la campaña de bombardeos italianos causó importantes daños a la infraestructura de la isla, incluidos sus puertos y aeródromos. A pesar de los daños, la resistencia maltesa, ayudada por las fuerzas británicas, luchó contra la ocupación y consiguió expulsar a las potencias del Eje de la isla en 1943.

Durante la guerra, Malta sufrió intensos bombardeos y graves daños en sus infraestructuras. La capital de la isla, La Valeta, resultó especialmente afectada, y muchos de sus edificios y monumentos quedaron destruidos o dañados. Sin embargo, la importancia estratégica de la isla y la valentía de sus habitantes le valieron la distinción de ser condecorada en 1942 por el Rey Jorge VI con la Cruz de Jorge, la más alta condecoración civil al valor en el Reino Unido.

Datos de interés

Segunda Guerra Mundial

La Luftwaffe (Fuerza Aérea Alemana) y la Regia Aeronautica (Real Fuerza Aérea Italiana) realizaron un total de 3.000 bombardeos, arrojando 6.700 toneladas de bombas sobre el Gran Puerto, a lo largo de dos años para destruir las defensas de la RAF y los puertos.

Segunda Guerra Mundial

La Luftwaffe (Fuerza Aérea Alemana) y la Regia Aeronautica (Real Fuerza Aérea Italiana) realizaron un total de 3.000 bombardeos, arrojando 6.700 toneladas de bombas sobre el Gran Puerto, a lo largo de dos años para destruir las defensas de la RAF y los puertos.

 

A pesar de los intensos bombardeos y la ocupación, el pueblo maltés se negó a rendirse, y su resistencia fue crucial para la victoria aliada en el Mediterráneo. La isla se convirtió en un símbolo de esperanza y resistencia durante la guerra, y sus gentes fueron alabadas por su valentía y determinación.

En la actualidad, los visitantes de Malta aún pueden contemplar los vestigios de la historia de la isla durante la II Guerra Mundial, como antiguos refugios antiaéreos, fortificaciones y museos de guerra. Estos lugares son un recordatorio de la valentía y el sacrificio del pueblo maltés durante la guerra, y ofrecen una visión de la rica historia y el patrimonio cultural de la isla.

Puntos de interés

Salas de guerra Lascaris

 Fuerte Rinella

Museo de la Aviación de Ta'Qali

 Museo de la Guerra de las Tres Ciudades

Refugios antiaéreos Mosta Dome

Puntos de interés

Salas de guerra Lascaris

 Fuerte Rinella

Museo de la Aviación de Ta'Qali

 Museo de la Guerra de las Tres Ciudades

Refugios antiaéreos Mosta Dome

 

Uno de los lugares más populares de la Segunda Guerra Mundial en Malta son las Salas de Guerra Lascaris, que se utilizaron como cuartel general de las fuerzas navales británicas durante la guerra. Se encuentran a 150 pies bajo los Jardines Upper Barracca y la Batería de Salvas de La Valeta. Las salas de guerra estaban situadas en una red de túneles subterráneos bajo la ciudad de La Valeta y se utilizaban para coordinar la defensa de la isla. Hoy en día, las Salas de Guerra Lascaris se han convertido en un museo, y los visitantes pueden conocer la historia de la isla y el papel que desempeñó durante la guerra. Puede reservar sus entradas aquí...

Además de las salas de guerra, hay otros lugares de la II Guerra Mundial en Malta que merece la pena visitar. Entre ellos, Fort Rinella, que se utilizó como batería de cañones durante la guerra, y el aeródromo de Ta' Qali, que sirvió de base a las fuerzas británicas y estadounidenses durante el conflicto. Tampoco hay que perderse el Museo de la Guerra de las Tres Ciudades y los refugios antiaéreos de Mosta Dome.

En general, el papel de Malta en la Segunda Guerra Mundial es una parte importante de la historia del país y no debe pasar desapercibida para los interesados en visitar la isla. Es un testimonio de la resistencia y determinación del pueblo maltés, y sirve como recordatorio de los sacrificios realizados por tantos durante uno de los periodos más oscuros de la historia de la humanidad. La rica historia y el patrimonio cultural de la isla la convierten en un destino de visita obligada para los interesados en la Segunda Guerra Mundial.

 

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